jueves, 8 de noviembre de 2012


TEMA 2:
La vida

2.1)     Noción de vida o alma:
§  La vida natural es auto movimiento intrínseco.
§  Vivir es una perfección, pero como existen grados de vida, existen distintos grados de perfección. Por ello, el fin, el anhelo, de la vida no puede ser sólo vivir, sino de vivir mejor, ser más vida, lograr una vida más perfecta.
§  La vida indica cierta intimidad, pero también apertura.
§  La vida es un movimiento unitario. La unidad del ser vivo indica que existe un único principio unificador que es precisamente la vida del vivo.
§  Sin unidad no hay vida, y los grados de vida son tanto más altos cuanto más integrados son.
§  La vida es un movimiento regulado.
§  La vida es la que unifica y regula.
§  A más inmanencia, más vida.
§  A más unidad, más vida.
§  A más regularidad más vida.
§  Una aclaración terminológica: la vida es el alma de los seres vivos.
§  La vida no es nada material, no es propiedad del cuerpo.
§  Sólo puede vivificar al cuerpo susceptible de tener vida.

2.2)     Tipos de vida humana:
§  El alma es sinónimo de vida. Pero debemos notar que en la vida humana debe distinguirse entre vida natural y vida personal.
§  La vida natural humana aúna la vida vegetativa de nuestras células.
§  La vida sensitiva de nuestros órganos.
§  La vida intelectual de nuestras potencias superiores inmateriales, las cuales son inteligencia y voluntad.
§  La vida personal humana, es la vida espiritual, la de cada persona humana que usa de todas aquellas funciones y facultades de la vida natural.
§  Esta vida no se reduce a vivificar al cuerpo y a las diversas potencias, y perdura, como veremos, tras la muerte.
§  La vida humana, no es sólo cuestión de biología y de psicología, porque, opuestamente a la del resto de los vivientes, su vida desborda la vida natural.
§  Vida natural y vida personal son irreductibles aunque una dependa de la otra.
§  La naturaleza humana no es la persona humana, sino lo común del género humano que es vivificado por cada persona distinta.
§  Lo común a los hombres es aquello que es propio de la especie humana.
§  Hay cuerpos parecidos. Hay caras y gestos corporales parecidos. Hay también inteligencias parecidas, etc. Pero en debemos saber que No hay dos personas iguales.
§  Lo común en los hombres es la naturaleza humana. Por eso, el hombre no está en función de la especie humana, porque ésta es inferior a cada persona.

2.3)     La historicidad humana y las edades de la vida:
§  No es un ser exclusivamente biológico sino biográfico.
§  El tiempo mide la vida de los seres inertes inexorablemente.
§  Ese tiempo humano es, pues, biográfico.
§  Al estudiar la historia el hombre pasa por diversos estadios de su vida natural, no de su vida personal.
§  En sentido fuerte el hombre no es un ser temporal.
§  El hombre tiene tiempo, pero no es tiempo.
§  La vida en el seno materno es inconsciente, pero no por eso deja de ser vida personal, como también lo es nuestra vida durante el sueño.
§  Sin experiencia de la vida no hay posibilidad de dirimir de modo suficiente entre la vida buena y la buena vida, es decir, no se está suficientemente formado en ética.

2.4)     El sentido de la vida:
§  “Sentido” en el caso de la vida puede indicar dos cosas. De modo que si se crece por dentro en humanidad el hombre saca provecho del tiempo de su vida.
§  Pero ¿quién perfecciona la vida íntima de la persona humana?, ¿los demás, la sociedad, el universo, los amigos, la familia? No, todos esos elementos pueden ayudar a perfeccionar, o también a entorpecer, diversas facetas de la vida natural humana, es decir, de la naturaleza humana, pero no perfeccionan a la persona, esto es, a la vida personal. Esa llamada es el fin de la vida. Por eso, el completo sentido de la vida sólo se adquiere al fin de la vida, pero sólo si la vida, tanto la natural como la personal, han crecido en orden a él.
§  Si mientras transcurre la vida ésta va creciendo en esa dirección, el sentido la acompaña.

2.5)     Las privaciones de la vida:
§  La vida biológica es susceptible de muchos ataques.
§  Especialmente graves son las violencias a la persona humana en las etapas de su vida natural más delicadas. De ese estilo son el aborto y la eutanasia.
§  El hombre es un ser de proyectos, porque él mismo es un proyecto como hombre, que mientras vive nunca está concluso.
§  Nunca somos perfectamente hombres y nunca acabamos de ser la persona que estamos llamados a ser. Por ello, en rigor, abortar es matar a un hombre en cualquier periodo de su vida.
§  Tratar mal orgánicamente, manipular las células que son condición de viabilidad de una vida biológica humana, evidentemente es violentar la naturaleza biológica humana.
§  El homicidio, suicidio y eutanasia también son muertes prematuras. Sin embargo, es más grave matarlo tempranamente, porque matamos un proyecto divino antes de que el hombre responda aceptando o renegando a tal proyecto.

2.6)     El mal como privación del bien y como falseamiento interior:
§  No nos es propio por naturaleza conocer y querer el mal, porque en la realidad no existe nada malo, pues todo lo que es, sólo por el hecho de ser, es bueno.
§  En la filosofía medieval se suponía que el mal era privación de bien, porque se opone a él, y éste coincide con la realidad, con el ser decían ellos (“bien y ser son lo mismo en la realidad”, era su fórmula).
§  Si las privaciones se referían al hombre, los moralistas distinguían entre dos tipos de mal
§  El físico, esto es, una privación corpórea de algo debido a la naturaleza humana (ej. Los primeros males, las omisiones, son más graves.)
§  Si el mal está en la parte corpórea de la naturaleza humana hablamos usualmente de dolor. Por otra parte, si el mal, dolor o carencia de realidad en el hombre afecta a lo incorpóreo de su naturaleza entonces se habla de falsedad.
§  El mal en esta parte más noble de la naturaleza humana es el falseamiento de las dos potencias superiores: la inteligencia y la voluntad. Ambos falseamientos no son innatos, sino adquiridos libremente.
§  El mal radical humano es el personal, y consiste en no aceptarse uno como la persona que se es y se está llamada a ser.
§  El mal de la inteligencia se adquiere juzgando de modo contrario a como son en la realidad las cosas.
§  En el fondo, los precedentes “inventos” buscan un orden de realidad distinto al existente en el mundo y en la naturaleza humana.
§  El mal no lo puede conocer el hombre. Ignorancia en ese nivel es ir dejando de ser la persona quién se es y se está llamada a ser. 

2.7)    Muerte, inmoralidad y eternidad:
§  La muerte humana es una ruptura de la vida biológica de los vivos. Morir es perder el cuerpo y el mundo.
§  La muerte también se vive.
§  Se pueden describir, en perfecto paralelismo con los tipos de vida, dos tipos de muerte, la natural referida al cuerpo y la personal o espiritual.
§  La primera es la falta del cuerpo. Morir no significa no ser, sino no tener. En ese sentido se puede ser un muerto en vida y mucho más tras la misma.
§  El alma humana no sería inmortal si se agotara dando vida al cuerpo.
§  La espiritualidad del alma humana se descubre por la espiritualidad de sus facultades.
§  Las potencias espirituales del alma humana son la inteligencia y la voluntad. Nuestros objetos pensados son universales, generales e incluso irreales. Como conceptos pensados, son universales. Como ideas pensadas son generales. Y como nuestra inteligencia pertenece a nuestra alma, es decir, a nuestra vida humana, nuestra vida desborda lo corpóreo, lo biológico.
§  Si el alma puede ejercer operaciones inorgánicas, el alma puede darse al margen del cuerpo.
§  Inmortal significa que no puede morir, pero puede ser duradero con sucesión ininterrumpida.
§  La eternidad está al margen del tiempo. Eternidad no significa tampoco presente. El presente no es, desde luego, tiempo, pero tampoco es eternidad.
§  Presente es lo presentado por nuestro acto de pensar. La teología natural acostumbra a decir que “Dios es eterno”.
§  ¿Y si decimos que la eternidad es Dios? Así referimos la eternidad al ser personal de Dios, no a una imagen espacio-temporal ajena a Él.  Pues bien, la persona humana es coexistencia con Dios. Es decir, es eternizable mientras vive en el mundo, y llegará a ser coeterna después de esta vida si libremente responde de modo afirmativo a su libre vinculación con Dios.
§  Es eterno lo que es al margen del tiempo. ¿No será que la persona humana no es tiempo sino que está en el tiempo? Si la persona fuese tiempo (como propusieron Nietzsche, Marx, Heidegger, etc.), Con lo cual, esa vinculación tampoco puede ser estrictamente temporal.
§  La vida en el mundo de quienes no desean co-eternizarse con Dios está marcada por una sórdida, aburrida, e intrascendente duración.

2.8)    Más allá, premio o castigo:
§  La vida histórica y pos histórico es crecimiento.
§  La vida que se lleva en este mundo depende claramente de la idea de hombre que se tiene. En ese caso la clave de la vida humana es la duración.
§  Si se espera la vida, se ve esta vida como medio para conseguir tal fin, y se orienta de modo que se busca alcanzarlo. En este caso, se acepta la muerte como algo necesario, de modo similar a lo que sucede en la vida vegetativa, para ser fecundos, y renacer a la nueva Vida. Existe, pues, en el hombre un deseo de más vida natural y sin posibilidad de perderla. Sin ese fin, carece de sentido el proyecto de la vida humana.
§  Si el fin fuera intramundano, la vida del hombre sería inconclusa, porque nadie es enteramente feliz mientras vive.
§  Pero quien mata su esperanza se suicida como persona, aunque su cuerpo dure cierto tiempo sumido en una vida rutinaria.
§  La vida es crecimiento. En consecuencia, la vida personal tras la muerte también debe serlo.
§  ¿Cómo van a aceptar ser más persona, que en eso estriba la felicidad última para cada quién, los que no han querido en esta vida ser quién son y ser quién están llamados a ser, es decir, los que lejos de crecer personalmente se han negado libremente de por vida a ser la persona que son, esto es, han muerto en vida a ella, y ni siquiera desean asomarse a ese saber?
§  De modo práctico, si la consideración de la propia vida o muerte nos perturba la paz es que estamos viviendo mal.

2.9)     Resurrección, no “reencarnación”:
§  Este postulado es una creencia, no una evidencia, que mantiene que el alma humana tras la muerte pasa a otro cuerpo, sea el de una planta, animal u otro ser humano. ¿Es verdadera o errónea la suposición de la reencarnación? Falsa, porque:
°         El alma no es otra cosa que la vida; con lo cual no hay reencarnación posible en una piedra, porque no tiene vida.
°         El alma humana sólo puede vivificar, por sus propias peculiaridades, un cuerpo orgánico; con lo cual no hay reencarnación posible en una planta.
°          De entre los cuerpos animales, sólo a través del humano se pueden expresar algunas potencias del alma (ej.
§  Que cada alma no se reencarna en otro cuerpo humano lo podemos saber de modo obvio también:
°         Por teoría del conocimiento. Poseemos conocimiento consciente.
°         No hay ideas innatas. En efecto, no hay objeto conocido sin acto de conocer ni acto cognoscitivo sin objeto conocido.
°         De admitir la reencarnación toda alma sería responsable de males y bienes de los que no es consciente.
°         Su cuerpo no es un cuerpo, como no es lo mismo su alma que un alma.
°         Ambos le pertenecen. 

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